Esta encantadora flor alivia, limpia e hidrata de muchas formas
VERSÁTIL Y SIEMPRE SUAVE
La rosa, símbolo universal del amor y la belleza, ha estado presente en la poesía, el diseño y la perfumería desde los albores de la civilización humana. Sin embargo, sus pétalos de suave perfume tienen algo más que el poder de encantar. Tanto si la utilizamos macerada en agua de rosas como en forma de aceite, su potente combinación de vitaminas, antioxidantes y azúcares hacen que la rosa sea un ingrediente fabuloso para conseguir un cabello y una piel saludables. A causa de su poder nutritivo y de su suave aroma y gusto, la rosa se utiliza en el cuidado de la piel desde hace siglos.
EL AGUA DE ROSAS CALMA LA PIEL
Gracias a sus propiedades astringentes naturales, el agua de rosas limpia y calma la piel sensible. Los flavonoides y el amplio espectro de vitaminas que contiene (incluyendo la A, C, D y E) nutren, tonifican y refuerzan mientras sus azúcares naturales son humectantes y fomentan unos niveles de humedad saludables y calman el cutis con problemas. Rica en antioxidantes el agua de rosa también es un remedio natural frente a las agresiones que la piel sufre a diario manteniéndola radiante.
EQUILIBRIO PARA EL CABELLO
Un champú o un acondicionador con agua de rosas pueden ayudar a estabilizar el equilibrio del pH de tu cabello. Es otra forma de ayudar a proteger el cuero cabelludo. La recuperación del equilibrio del pH con agua de rosas ayudará a mantener el cabello y el cuero cabelludo en forma.
EL ACEITE DE ROSA PURIFICA Y ESTIMULA LA PIEL Y EL CUERO CABELLUDO
En forma de aceite, la rosa también es un excelente estimulante del buen estado de la piel. Sus propiedades antioxidantes ayudan a reducir las rojeces. El aceite de rosa contiene farnesol, un componente que ayuda a mantener el equilibrio de los niveles de sebo para conseguir una piel de un tono uniforme. El feniletanol, uno de sus principios activos, tiene propiedades antisépticas que ayudan al buen estado de la piel y la belleza del cutis.