Fotoenvejecimiento: qué es, qué lo causa y cómo prevenirlo

Si quieres saber cuáles son sus causas y cómo prevenirlo, sigue leyendo. ¡Te contamos todo!

¿Qué es el fotoenvejecimiento?

A muchas nos encanta el sol, el verano, la piel dorada, el calor agradable… pero lo cierto es que la exposición a la radiación ultravioleta que emite nuestro astro puede dañar nuestra piel, provocando en gran medida un envejecimiento prematuro. A esto es a lo que llamamos fotoenvejecimiento de la piel.

Y es que no protegerse de los rayos, ya sean de sol o de cabinas de bronceado, puede provocar arrugas, surcos y problemas de pigmentación en pieles jóvenes de forma prematura. 

En el peor de los casos, además, puede aumentar el riesgo de sufrir cáncer de piel.

El fotoenvejecimiento se diferencia del envejecimiento natural de la piel en que se puede prevenir con unos sencillos gestos. Para entenderlo a fondo, veamos qué lo provoca.

Causas del fotoenvejecimiento

Los principales instigadores del envejecimiento prematuro de la piel son, como ya hemos visto, los rayos UV, especialmente los UVA. El fotoenvejecimiento por el sol se debe a esta radiación que penetra en profundidad en la piel, alterando el colágeno y provocando daño celular irreversible. 

Este daño provoca  un aumento en la producción de elastina, que a su vez hace que se produzcan  unas enzimas llamadas metaloproteinasas que se encargan de reparar el colágeno dañado. Sin embargo, a veces estas enzimas funcionan mal y acaban produciendo un daño mayor degradando el colágeno y reconstruyendo la piel de forma incorrecta. De este modo tiene lugar un empeoramiento del aspecto de la piel, con la aparición de arrugas y del acartonamiento.

¿Cómo prevenir el fotoenvejecimiento?

La buena noticia es que el fotoenvejecimiento se puede prevenir si cuidas tu piel y la proteges frente a la radiación solar, especialmente aquellas zonas que están continuamente expuestas.

Para ello, lo primero que tienes que hacer es usar protector solar en el rostro, todo el año, sin excepciones. El fotoenvejecimiento facial es uno de los más comunes, precisamente porque pensamos que en invierno o en días nublados, el sol no vierte sus efectos en nuestra piel, pero lo cierto es que no debemos engañarnos. 

En cuanto a la protección, cuanto más alta, mejor. En la actualidad, puedes encontrar en el mercado cremas de protección solar o de fotoprotección diaria con factor FPS 50 ó 50+ que son fáciles de usar y nada densas.

 Nuestra recomendación es la crema facial Garnier Delial Sensitive Advanced, que además cuenta con ácido hialurónico para una mayor hidratación. Pruébala, porque su textura nada pegajosa y muy ligera te va a enamorar. Y no te preocupes por los granitos: este protector solar  es no comedogénico. Además su fórmula hipoalergénica ha sido desarrollada sin perfume y es apta para pieles sensibles.

Si te ves muy pálida y lo que necesitas, además, es un poco de color, puedes usar esta BB Cream con color especial para rostro y escote, que además de factor FPS50+  contiene derivado de Vitamina C para un brillo  ideal.

Pero el tratamiento para el envejecimiento con el protector facial no es lo único que debes incorporar a tu día a día: a medida que se acerca el verano, no olvides echarte protector solar en aquellas partes del cuerpo en las que pueda darte el sol de forma continuada, como los hombros o los brazos. Así, evitarás el daño también en estas partes. 

En el caso de que busques un bronceado perfecto en la playa o en la piscina, no pongas en riesgo tu piel y utiliza protector solar cada dos horas o después de cada baño. Así te aseguras de estar frenando el envejecimiento prematuro de tu piel y podrás lucir estupenda año tras año.