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Sebo en la cara: ¿qué es y cómo controlarlo?

Aunque ayuda a proteger la piel y mantenerla a salvo de algunos agentes externos, el sebo en la cara puede ser un problema molesto cuando se da en exceso.

El sebo es una sustancia aceitosa que la piel produce de manera natural a través de las glándulas sebáceas para mantenerse hidratada en la superficie y para crear una capa protectora.

Sin embargo, cuando se produce un exceso de sebo en la cara, podemos estar ante un problema al que hay que poner remedio

¿Qué es el sebo?

El sebo es una sustancia natural del cuerpo que se genera en las glándulas sebáceas y que está compuesta por moléculas de grasa o lípidosy otros químicos naturales. Todos estos elementos lo convierten en una barrera perfecta para las amenazas externas, como los rayos UV, y algunos patógenos, como ciertas bacterias. 


Por si esto fuera poco, el sebo sirve también para mantener la hidratación que produce de forma natural la piel, la mantiene flexible y actúa como antioxidante.


Por ello, se trata de un elemento que, en su justa medida, es beneficioso para nuestra epidermis.

¿Dónde aparece el sebo?

Aunque el más conocido es el sebo de la cara, esta capa puede encontrarse por todo el cuerpo. Aparece especialmente, además, en el cuero cabelludo y el pecho y la espalda, donde puede llegar a haber hasta 900 glándulas sebáceas por centímetro cuadrado.


Las únicas zonas donde no están son las palmas de las manos y las plantas de los pies.

¿Por qué se produce el exceso de sebo en la cara?

El rostro es una de las partes donde más se acumulan las glándulas sebáceas y donde es común que el exceso de la producción de esta sustancia dé más problemas.


Los motivos que se esconden tras esta sobreproducción son, habitualmente, desarreglos hormonales que tienen origen en los andrógenos, hormonas con importantes funciones metabólicas. Sin embargo, también puede deberse a otros factores externos como una mala alimentación, el tabaquismo, y el estrés y la ansiedad.

¿Cómo eliminar el exceso de sebo en la cara?

Cuando la producción del sebo es demasiada y la piel siempre está grasa, los poros suelen estar más abiertos. Esto, combinado con las células muertas normales de la piel, puede provocar puntos negros y granitos y, en algunos casos, inflamaciones que pueden resultar muy molestas.


En los casos más avanzados, los poros obstruidos pueden también almacenar bacterias y otros elementos que pueden llevar a la aparición del acné.


Por eso, es necesario saber cómo controlar el exceso de sebo en la cara. Estos son los pasos que te ayudarán a mejorar el aspecto de tu piel y lucir perfecta en todo momento:


Ahora que ya sabes cómo reducir el sebo de la cara, solo queda incorporar a tu rutina estos sencillos pasos con productos como la gama PureActive de Garnier. ¡Y a presumir de piel!