Errores que debemos evitar al limpiar el rostro
Cuando hablamos de una piel limpia y sana, a todas se nos viene en seguida a la cabeza la imagen de las mujeres japonesas, ¿verdad?
Cuando hablamos de una piel limpia y sana, a todas se nos viene en seguida a la cabeza la imagen de las mujeres japonesas, ¿verdad? Parece imposible que, cuando superan los 35 años, sigan teniendo un rostro firme y prácticamente sin ninguna imperfección. Seguramente, te preguntarás cómo es posible conseguir esto. Básicamente, lograr una piel sana y radiante es cuestión de paciencia, tiempo y dedicación.
Pero, ¡tranquilas! y que no os de pereza. La clave es cuidar tu piel cada día, simplemente dedicándole algunos minutos por la mañana y por la noche. A continuación, te ofrecemos un listado de los errores más comunes en los que todas caemos a la hora de limpiar nuestro rostro. Te ayudamos a identificarlos y evitarlos para conseguir las rutinas más adecuadas y lograr el cuidado facial perfecto. ¡Ahí van!
- El primer error más común cuando nos lavamos la cara es hacerlo con cualquier jabón o incluso con el mismo gel que empleamos para el cuerpo. ¡Cuidado! Esto es un error muy usual. ¿Sabías que esto puede dañar la piel? Necesitamos un gel específico para el rostro, ya sea seco, graso, normal o mixto. El Gel Micelar es ideal para esta rutina facial, ya que no daña la piel y desmaquilla, limpia y reconforta incluso las pieles más sensibles. Además, podrás utilizarlo bajo la ducha si te resulta más cómodo y rápido.
- ¡Stop toallitas desmaquillantes para limpiar el rostro diariamente! Este producto es perfecto para ocasiones puntuales, por ejemplo, cuando sales de fiesta y llegas a casa por la mañana y no te apetece lavarte la cara, siempre viene bien emplear una toallita. Pero, aunque no lo creas, éstas no limpian el rostro en profundidad y no son equiparables a lavarse la cara con un gel adecuado.
- Lávate siempre las manos antes de comenzar la limpieza cutánea. Aunque parezca obvio, muchas mujeres emplean el jabón facial con las manos sucias. ¡Error! Lo que están haciendo con esto es extender la suciedad involuntariamente. Antes que nada, debes lavarte las manos y después continuar con la rutina de limpieza facial.
- No te excedas en la exfoliación. Es recomendable exfoliar tu rostro dos o tres veces por semana. Aunque con la exfoliación se eliminen células muertas, se promueva la regeneración celular y se mejore la textura facial, si lo haces muy a menudo puede provocar irritaciones incómodas en la piel. Además, las enzimas que se encargan de la exfoliación de la piel no son tan efectivas, por lo que haz caso de lo que te vaya pidiendo tu piel.
- Secarte el rostro bruscamente con la toalla puede irritar la piel. Después de limpiarte la cara, procura emplear pequeños toquecitos con la toalla. Si lo hacemos rápidamente y haciendo mucha presión, la irritaremos y se puede promover la ruptura de la elasticidad de la piel, así que ¡sé delicada y seca tu piel de forma sensible! ¡Ah! Y asegúrate que esté limpia, de lo contrario, la toalla podrá acumular bacterias y gérmenes que volverán a tu rostro de forma inmediata.
¿Ya has detectado alguno de los errores que cometes todos los días? Pues toma nota y cuida tu piel día a día evitando estas rutinas. ¡Aquí están las soluciones y las razones por las que tu limpieza facial quizá no esté funcionando como debería!
Pásale este post a tus conocidas si crees que también están cayendo en estos errores típicos y cuéntanos en redes sociales qué otros errores pueden perjudicar a nuestra piel.