¡Presume de mechas balayage este verano!
Así puedes sumarte a esta tendencia de coloración en la nueva temporada.
Muchas mujeres escogen las mechas balayage porque aportan naturalidad, iluminan y perfilan el rostro, a la vez que resaltan el tono de sus ojos y dan ese toque tan veraniego y fresco que tanto desean.
Pero, ¿En qué consiste?
Se trata de realizar un sutil degradado hacia un tono más claro. La raíz se mantiene en su color natural y, conforme se va llegando a las puntas, se aprecia cómo el pelo se ha ido aclarando poco a poco. Con esto, se consigue aportar mucha luz y dimensión al cabello. ¿Quieres saber cómo hacerlo? ¡Apunta!
PASO 1
Peina y desenreda muy bien tu cabello.
PASO 2
Separa una parte de tu pelo recogiéndolo en un moño, pero dejando la parte frontal suelta.
PASO 3
¡Usa toalla y guantes y mezcla muy bien la crema reveladora y el color!
PASO 4
Separa el pelo que has dejado en 3 – 4 mechones. Ah, y ¡no apliques el tinte por encima de la barbilla!
PASO 5
Esparce por las puntas, difumina en los medios y repite el proceso. ¡Consejo! Deja los mechones delanteros para el final.
La mejor opción para animarte a dar el paso es la coloración Olia 110 Rubio Super Aclarante Natural, ya que es el tinte perfecto para conseguir las mechas balayage.
Este colorante no tiene amoniaco, por lo que no daña el cabello y lo embriaga con una delicada fragancia floral. Su exclusiva textura ofrece confort al cuero cabelludo y, al ser de textura cremosa, actúa también como una mascarilla para el pelo. ¿El resultado? Un cabello ¡3 veces más brillante!
PASO 6
Déjalo actuar durante 30 minutos. Después aclara y sécalo. Y… ¡a disfrutar del pelazo y nuevo look! ¿Has visto qué fácil?
Por último, te dejamos un súper tip 😉 Si el tinte te ha dejado manchas en tu piel tras la coloración, usa el Agua Micelar en Aceite de Garnier para eliminarlas. En una pasada, piel limpia y además, ¡hidratada!
Incluso las más morenas pueden lucir esta coloración, ya que las balayage buscan aclarar el pelo de manera gradual. La gran variedad de tonos te permite escoger un castaño claro, un tono miel, un rubio o incluso un tono más cobrizo. El grado de contraste dependerá de ti y del tiempo que dejes actuar el colorante, así como el matiz que quieras aplicarle. Así que ¡no renuncies al juego con las zonas iluminadas de tu cabello que te propone esta técnica!